Litros de sangre
Ya están nuestros redactores manos a la obra para ofrecer, cuanto antes la crítica de Reality Z, uno de los estrenos más esperados de Netflix este mes de Junio y que ya destacamos en nuestro artículo ESPECIAL 10 SERIES 10 [LEER MÁS]
Una producción de terror basada en la serie británica "Dead Set", mucho más gore que "Betaal" y que vuelve a llenar las calles de Zombies, esta vez las de Río de Janeiro. Producida en sociedad con Conspiração Filmes y dirigida por Cláudio Torres.
Es la noche de las eliminaciones en el reality show que lleva por título "Olimpo" y todo está dispuesto para que la gran Divina haga aparición en las pantallas de todo Río. No obstante, es día de disturbios en la ciudad y el programa peligra. Unos zombies salidos de no se sabe dónde y tampoco importa devoran desde el minuto 3 todo lo que se menee. Muy pronto, en el minuto 20 del capítulo 1, Río de Janeiro está infestado de muertos vivientes. Quedan todavía 9 episodios y medio y casi ningún humano... ¡Pues a ver cómo se las ingenian para que siga la serie!
Los pocos supervivientes son los concursantes que están encerrados en el "Olimpo", totalmente ajenos a lo que ocurre más allá de sus muros. Alguno de los personajes de producción han logrado refugiarse en los estudios de televisión. Al ser la casa de "Gran Hermano" un fuerte aislado del mundo, todos los que han quedado en vida se dirigen hacia allí. Deberán sortear todo tipo de obstáculos dispuestos a hincarles el diente.
CRÍTICA DE LA SERIE REALITY Z - CEC SERIES
Según Netflix es "una oda al terror, el humor y la cultura pop(ular)" y nosotros lo corroboramos. Una brutalidad desde el tercer minuto. ¡Atención amantes de las tripas, la sangre y el humor negro porque esta es, si duda, vuestra serie!
No somos fans de todo lo anterior pero reconocemos que el holocausto zombie nos ha provocado más de una carcajada. No porque sea divertido sino porque es apocalíptico, muere hasta el apuntador y, por fin, los personajes estúpidos tienen su merecido. Que nadie se encariñe con ningún protagonista porque su recorrido es breve.
A nosotros nos ha tenido enganchados hasta el final pero la pregunta es ¿Pueden los más entendidos y rodados en el tema zombi apreciar esta producción brasileña?
Sí que gustará a los amantes de lo gore sin piedad que tengan un sentido del humor oscuro. Los que no se tomen en serio la serie, apreciarán la explosión de cabezas, el destripe constante y los kilómetros de intestino que se desparraman por doquier. En cambio, el entendido en la materia que se disponga a ver otro "Dead Set" elaborado a partir de un argumento sólido y construido paulatinamente, acabará aburrido de la brasileña.
Y esto lo decimos porque somos de los segundos. Nos gusta analizar hasta el último milímetro de cualquier producción y el primer episodio se nos hizo cuesta arriba hasta el punto de querer abandonar. Pero uno no deja de lado una serie a menos que sea infumable y resistimos hasta que nuestra manera de enfocarla se flexibilizó y nos dispusimos mentalmente al disfrute. La cosa mejora y mucho a partir del tercer episodio cuando la primera remesa de humanos ha desaparecido y llega la segunda y después la tercera y etc.
A medida que avanza, van saltando las capas externas de la cebolla y vamos adentrándonos en la médula ósea de "Reality Z". Al final, la realidad supera a la ficción en todos los sentidos creando una grosera metáfora de la sociedad pero cierta, al fin y al cabo.
La televisión y los inexistentes escrúpulos de los realities se basan en la vida misma. Y no es que la telebasura perjudique seriamente la salud sino que nuestro interior ya viene despiadado de serie. La reflexión que propone "Reality Z", más allá del entretenimiento inmediato y el exceso de entrañas, es interesante. ¿Qué ocurre cuando todos los humanos se hayan extinguido o transformado en zombies? ¿Qué harán los poco supervivientes? ¿Cómo gestionarán el poder? ¿Cómo repartirán las responsabilidades?
"Reality Z" lo deja muy claro. Los unos seguirán parasitando, haciendo nada y los otros aprovechando la cobardía y la vagancia de los primeros, manipulando la información y ganando terreno mental para hacerse con el control absoluto. Las imágenes en directo de cualquier telenoticias apoyan la tesis de Claudio Torres. El mundo se muere y los pocos que quedan aprovechan la oportunidad para hacerse con el poder. ¡Siguiente remesa de humanos! ¡Pasen y vean, señores!
Creando y recreándose en la mierda, obtenemos un grupo de cerdos en sus piaras retozando en los desechos corporales y mentales que son los que alimentan al público de los realities o de la vida. Lamentable el espectáculo de la existencia ajena que ha sabido colonizar la totalidad de las mentes. Es considerado por este portal como máximo exponente de toxicidad humana precisamente porque alimenta con carnaza un destripe público de lo que debería ser privado o, directamente, no ser.
Hemos disfrutado mucho de la serie y, lo dicho, no nos caracterizamos por ser amantes de lo gore. Totalmente recomendada a los que sí lo sean pero sin tomarse demasiado en serio lo que aparece en la pantalla.
